TW
1

Supongo que ya les he contado que desde hace décadas tengo siempre la misma pesadilla, que es del género carcelario. Como Papillón, Fuga de Alcatraz o Un condenado a muerte se ha escapado, por citar pelis conocidas. En cuanto me duermo sueño que intento salir de un lugar extrañísimo, que no sé qué es y del que no hay manera de huir; a veces parece que sí, que saldré vivo de esa mierda (de mi jodido inconsciente), pero no, tampoco. Me despierto agotado.

Quizá les conté también que mi puto inconsciente no da más de sí, siempre está con esa murga carcelaria. Se plagia a sí mismo cada noche, y durante las siestas. Hay ligeros cambios de formato y detalles, pero la trama no varía. Quiero fugarme de donde sea que esté, me esfuerzo enormemente, excavo túneles, trazo planes. Y nada, fracaso final. Ni en sueños me evado.

Se nota que el mío es un inconsciente idiota, rutinario y prefreudiano, de antes de que fuésemos criaturas con profundidad psicológica y variantes oníricas. Con la cantidad de cosas que se pueden soñar, atroces o placenteras, resulta que mi fuero interno sólo quiere evadirse. Ignoro de dónde, pero en esas estamos todavía. Debo ser el único capullo del mundo que cuando se va a dormir, sabe qué pesadilla tendrá. Como los pobres tipos del clásico cinematográfico La evasión, o incluso los no menos desdichados (pero voluntariosos) de La gran evasión. Que casi lo consiguen, pero tampoco.

Evasión, ni grande ni pequeña, porque los códigos del género carcelario (que mi inconsciente sigue al pie de la letra) exigen que casi todos los intentos de fuga acaben mal. Sólo alguno, de milagro, culmina como estaba planeado. He visto muchas pelis carcelarias para que mi yo onírico aprenda sistemas de huida, y leído novelas de evasiones míticas (El conde de Montecristo, naturalmente), pero nada. Lo dicho, mi psiquis de mierda no da más de sí. No entiende que más vale mil pesadillas que una, porque siempre la misma da que pensar.

Acaso genero un exceso de acetilcolina. Si ni en sueños me evado (de donde sea, de todo), cómo voy a hacerlo despierto. O igual la culpa es mía, por pasarme la vida urdiendo evasiones. Y luego en el sueño REM (sueño paradójico), pasa lo que pasa.