Por fin hemos regresado, operación retorno mediante, a la árida cotidianidad pospascual, y por lo tanto, aunque en menor grado que tras el regreso de las vacaciones estivales, todavía estamos según los psicólogos en pleno síndrome del retorno. Un síndrome tontísimo, pero que igual provoca fatiga, irritabilidad, inapetencia, cefaleas, languidez, etc. Naturalmente, discrepo de los psicólogos y no me creo que tales trastornos obedezcan al hecho en sí de retornar, sino a lo que te encuentras entonces. Que si es diferente es malo (¿qué ha pasado aquí?), pero si es lo mismo es todavía peor (¡otra vez!). Eso es lo jodido del síndrome, lo alarmante. Regresas a la realidad tras una semana de irrealidad con procesiones, y todo sigue irreal con otras procesiones, como si te hubiesen seguido tamborileando los tambores. Quizá no sea el mismo tamborileo, pero suena igual.
Síndrome del retorno
Palma13/04/23 0:29
También en Opinión
- La motorista en estado crítico tras un accidente en la UIB es una doctora residente de Pediatría en Son Espases
- Muere un hombre tras chocar contra un muro y quedar encerrado en su coche ardiendo
- Los turistas británicos, indignados con el precio del alcohol en Mallorca: «No volveremos»
- La mujer que denunció a un conductor del TIB: «Me dijo que si quería hablar el catalán fuera a Cataluña»
- La víctima del café con insectos se sincera en TikTok y muestra las fotos de su ingreso en el hospital
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.