Según confirmaron fuentes de la Policía Local de Manacor, que
investiga lo ocurrido, el accidente se produjo porque el niño
pretendía subirse a un vagón cuando el tren estaba en marcha.
Incluso el pequeño corrió algunos metros para dar alcance al tren y
cuando pretendía subirse, resbaló y cayó al suelo. A continuación,
las ruedas del tren turístico le pasaron por encima.
El accidente fue presenciado por la madre de la víctima, quien
fue quien solicitó ayuda a través del servicio de emergencias
«112». Esta mujer, que lógicamente se encontraba presa de la
angustia, pidió la presencia urgente de una ambulancia, que
rápidamente se desplazó al lugar de los hechos. Mientras se
aguardaba la llegada de los sanitarios los testigos y familiares
intentaron socorrer al pequeño Tomás. El niño estaba inconsciente y
a simple vista las lesiones que presentaba hacían temer lo peor.
Después se confirmó que, efectivamente, el niño de seis años había
muerto por las lesiones que le ocasionó al pasarle por encima el
tren turístico. El niño jugaba en el equipo de fúbol prebenjamín
del Porto Cristo.
Los padres precisaron ayuda psicológica
Los padres del pequeño Tomás, dueños del restaurante Los dragones,
fueron testigos de cómo su hijo moría atropellado por el tren
turístico. A través del servicio 112 se coordinó la atención a los
familiares de la víctima de este suceso. Un psicólogo se desplazó a
Porto Cristo para ayudar a los padres y a los abuelos que,
lógicamente, se encontraban destrozados por lo acontecido.
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