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J.JIMÉNEZ Las vacaciones de un matrimonio británico en Mallorca acabaron en la madrugada de ayer de una forma muy distinta a la que, presumiblemente, ambos esperaban: la mujer hospitalizada con la cara deformada por los golpes y el marido en los calabozos por propinarle la brutal paliza.

Los agentes fueron requeridos por el recepcionista del hotel sobre las 1.20 horas y cuando llegaron al inmueble encontraron en una habitación de la quinta planta a la mujer tendida en el suelo, sangrando por la boca y la nariz, y en una dependencia contigua hallaron al supuesto agresor, a quien intentaba calmar otro turista. El recepcionista explicó después que un cliente alojado en el quinto piso le avisó de que en una habitación cercana se oían gritos y ruidos propios de una pelea, por lo que el empleado subió a esta planta, entró en la habitación y encontró a la mujer en el suelo mientras el británico le propinaba fuertes patadas y puñetazos.