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Los vecinos de este edificio han presentado una denuncia ante la Delegación del Gobierno para que se tomen medidas, ya que la presencia de esta pandilla está alterando el orden público y la tranquilidad de la barriada de Pere Garau.

En la denuncia se señala que la pandilla la forman una veintena de menores (de entre siete años hasta los 15) y se establecen cada tarde frente a la entrada de un edificio, donde permanecen hasta altas horas de la noche. A los vecinos no les molesta únicamente su presencia, sino el hecho de que se concentran con sus motos y hacen ruidos con los tubos de escape. Los vecinos denuncian también que la pandilla se dedica a probar las motos por la calle, circulando muchas veces en dirección contraria, y que la mayoría lo hace sin casco.

Al concentrarse el grupo frente al portal del edificio entorpece la entrada y salida de los vecinos. Algunos de ellos han intentado enfrentarse a los menores, pero al ser mayoría, la respuesta siempre ha sido, según la denuncia, insultos y amenazas. Los vecinos de este edificio de la calle Can Faxina afirman también que los adolescentes son los responsables de la rotura del portero automática y que además han entrado en el zaguán y han metido papeles en las cerraduras de las puertas del cuarto de contadores. Asimismo, los vecinos también les acusan de haber estropeado la cerradura de la puerta de entrada al garaje comunitario, por lo que una noche los coches no pudieron ni entrar ni salir.

Los habitantes de esta barriada señalaron a un chico como el cabecilla del grupo y asegura que este adolescente ha amenazado a los vecinos con frases como «os voy a matar o os voy a rayar el coche».