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El gas tóxico desprendido tras la explosión de un yacimiento de gas natural en el suroeste de China ha creado una «zona muerta» de 25 kilómetros cuadrados, en la mayor tragedia industrial de la historia de este país.

Más de 400 personas, en su mayoría niños, se encuentran hospitalizadas tras inhalar hidrógeno sulfúrico mientras dormían en un accidente ocurrido poco antes del medianoche del martes, y que se ha cobrado la vida de al menos 191 personas.

Las imágenes ofrecidas por la televisión pública muestran un escenario volcánico, con el cielo ennegrecido e innumerables fumarolas de humo y fuego provocadas por los equipos de bomberos que utilizan lanzallamas para abortar las fugas de gas. Además, unas 10.000 personas residentes en las aldeas aledañas al yacimiento de Chuandongbei -que se encuentra 337 kilómetros al norte de la municipalidad de Chongqing- muestran síntomas de asfixia, náuseas, quemaduras y conjuntivitis, informaron las autoridades locales.

«Diecisiete niños se encuentran en estado crítico, pero el resto de pacientes ha respondido bien al tratamiento», señalaron fuentes hospitalarias en Kaixian, el centro urbano más cercano al campo de gas. La magnitud de la tragedia cogió desprevenidos a los hospitales de la zona, que se vieron desbordados ante el gran número de intoxicados y la falta de personal sanitario.

«Los ancianos y niños resultaron envenenados mientras dormían, por lo que no tuvieron tiempo de resguardarse del gas», señaló un funcionario en un hospital local. Muchos residentes locales murieron envenenados mientras intentaban huir de la nube de gas tóxico.