El ciclista, de 42 años, quedó inconsciente en la calzada. Foto: JFM

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El facultativo de guardia comprobó que su estado mental aconsejaba que fuera conducido al hospital de Son Llàtzer para ser visitado por un especialista en psiquiatría. El traslado se realizó en una ambulancia, pero detrás de ella iba una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía. Mientras se esperaba a que el vecino de Llucmajor fuera atendido por el facultativo, personal del hospital de Son Llàtzer manifestó a los agentes que no era necesario que permanecieran allí, ya que ellos se encargarían del paciente.

Sin embargo, Antonio R. logró despistar al personal del hospital y salió del recinto hospitalario. Se dirigió hacia una ambulancia del 061, que se utiliza para el traslado de enfermos de rehabilitación. Comprobó que el vehículo tenía las llaves colocadas en el contacto y subió a la ambulancia, la puso en marcha y se dio a la fuga. Se dirigió hacia la rotonda del final de la calle Manacor y se posteriormente en dirección a la barriada del Coll d'en Rabassa.

El individuo conducía a toda velocidad y algunos conductores que presenciaron lo ocurrido afirmaron que manejaba la ambulancia «de una forma muy alocada. Iba de un lado a otro de la carretera». A la altura de Mercapalma el individuo que había robado la ambulancia se topó con un ciclista, cuya identidad responde a las iniciales de J.J.S.O., de 36 años de edad. Arrolló a esta persona con el vehículo y le tiró al suelo. El ciclista tuvo que recibir asistencia médica. Fue trasladado a un hospital y se comprobó que las lesiones que tenía no eran graves.

Este accidente no detuvo al vecino de Llucmajor. Siguió circulando por la carretera y en el tramo que llega hasta la rotonda situada junto a una gran superficie comercial golpeó a una decena de vehículos, que se vieron sorprendidos por este individuo, que estuvo a punto de provocar varios accidentes. Por fortuna ninguna de las personas que viajaban en estos vehículos resultó herida, aunque hubo importantes daños materiales.