Dos operarios repararon ayer la isleta contra la que se estrelló la moto. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

Dos operarios repararon ayer la isleta contra la que se estrelló la moto. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

Javier Jiménez13/01/04 0:00
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Los dos amigos circulaban a bordo de una motocicleta de la marca Yamaha, modelo V-Max 1.200, de gran cilindrada, y sobre la una y cuarto de la madrugada enfilaron un tramo recto de la carretera de Sineu, en dirección a la carretera de Manacor.

Un portavoz del servicio de emergencias del 061 informó de que el aviso por el siniestro les llegó a la 1.58 horas, más de media hora después de haberse producido, por lo que podría ser que la escasa visibilidad en la zona hubiera ocultado los dos cuerpos y la moto durante ese tiempo. Sea como fuere, cuando los equipos de emergencia -ambulancias, Policía Local y Guardia Civil- llegaron al kilómetro 2-400, la situación era dramática. La moto había quedado irreconocible, completamente destrozada, y a unos metros yacía uno de los cadáveres.

A falta de las conclusiones definitivas del informe pericial, todo parece indicar que los ocupantes de la moto no detectaron una isleta debido a la intensa niebla, y tampoco pudieron reaccionar porque circulaban a una elevada velocidad. Se subieron al bordillo, arrancaron una señal de tráfico y ambos salieron despedidos del vehículo, que comenzó a dar vueltas de campana y atravesó la rotonda de Son Ferriol, completamente descontrolado. Uno de los motoristas falleció prácticamente en el acto, mientras que el otro, cuando fue descubierto su cuerpo, todavía tenía constantes vitales.

El otro cuerpo, agonizante, apareció en otro tramo, y los médicos se afanaron durante minutos interminables en intentar remontarlo. Su pulso era tan débil que se decidió evacuarlo de urgencia hasta el hospital de Son Llàtzer, ubicado a menos de un kilómetro, pero el hombre ya no llegó con vida al centro. En un primer momento los agentes municipales iniciaron las pesquisas sobre el accidente, pero luego se comprobó que el tramo de esa rotonda entraba ya dentro de la jurisdicción de la Guardia Civil, por lo que fue el subsector de Tráfico quién se hizo cargo de la investigación.