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La Guardia Civil está investigando el robo millonario de 60 gallos de pelea que se encontraban en una finca de Binissalem, dentro de jaulas, y que fueron sustraídos ayer de madrugada por varios delincuentes que forzaron los accesos al recinto y burlaron a los perros que vigilaban el perímetro.

En la carretera habían aparcado su vehículo -que podría ser una furgoneta- y hasta allí fueron llevando a las aves de corral. Cuando el propietario descubrió lo ocurrido se puso en contacto telefónico con la Guardia Civil, que envió a una patrulla hasta aquel enclave.

La finca está emplazada en las inmediaciones del 'llogaret' de Biniagual y sobre las 3.30 horas el propietario se despertó sobresaltado por el ruido del motor de un coche, que arrancaba a toda velocidad. Minutos después, el payés visitó las jaulas donde duermen los gallos que cría y comprobó, sorprendido, que habían sido forzadas una por una, hasta un total de 20. Los ladrones -que podrían ser jóvenes de etnia gitana- forzaron la primera valla de acceso a la finca y luego violentaron otra, hasta llegar a los gallos. Los perros que viven en la posesión no detectaron nada, por lo que todo parece indicar que los ladrones actuaron con gran sigilo y en un tiempo récord.

Los agentes llevaron a cabo una inspección ocular en busca de pistas sobre los autores del robo millonario, y luego conminaron al afectado a que interpusiera una denuncia en el cuartel. Curiosamente, sólo uno de los gallos de la finca permanecía en las jaulas cuando el dueño descubrió los hechos, y además el animal estaba enfermo, lo que evidencia que los hampones sabían muy bien lo que hacían y que lo desecharon porque no les servía. Otro gallo fue encontrado en las afueras de la propiedad, y según parece consiguió escapar cuando las otras aves estaban siendo cargadas a toda prisa en el vehículo.