El camarero del local explicó que los hechos sucedieron a las
seis menos cinco de la madrugada del viernes al sábado, cuando se
disponía a cerrar el salón. En ese momento se acercaron a la puerta
dos individuos que llevaban la cara tapada con un pasamontañas y lo
obligaron a entrar en el local, amenazándolo con un cuchillo en el
cuello. Una vez dentro, los dos encapuchados le dijeron que se
sentase y no se moviese, mientras ellos dos iban «limpiando» los
cajetines de las máquinas recreativas. Acto seguido salieron del
salón y se introdujeron en un turismo Fiat Uno de color negro, con
el que emprendieron la huida. Al parecer fueron desde la Plaça
Verge de Lluc en direción a la calle Ramon Llull, pero chocaron
contra una valla. El coche sufrió daños importantes y los dos
atracadores tuvieron que marcharse a pie por Inca.
El propietario de un bar de la zona, que se disponía a abrir el
establecimiento, vio a los dos encapuchados corriendo con un saco a
cuestas. Esta persona aseguró que uno de los dos individuos llevaba
una pistola en una mano y por ello avisó a la policía. Los agentes
acudieron al lugar y encontraron el vehículo con las puertas
abiertas y las luces encendidas, y avisaron a la Guardia Civil, que
inspeccionó el coche en busca de pruebas.
En el interior del turismo, que había sido robado, se encontró
el cuchillo con el que supuestamente amenazaron al camarero del
salón recreativo. Tanto los agentes de la Policía Local de Inca
como de la Guardia Civil realizaron varias batidas por la zona para
tratar de localizar a los dos sospechosos, pero éstos lograron
escapar.
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