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JULIÀN AGUIRRE
El cicloturismo es, desde hace unos años, una importante fuente de ingresos para algunos hoteleros y empresarios de la Isla. El objetivo principal de estos turistas no es otro que practicar su deporte favorito y del extraordinario clima para poder, además, disfrutar de la estancia con tranquilidad y apreciando el paisaje y entorno de Mallorca. En algunos casos, y lamentablemente cada vez con más frecuente algunos de estos turistas aficionados al ciclismo dejan la vida sobre el asfalto. Esta semana han sido varias las víctimas que por distintas circunstancias han fallecido mientras circulaban en bicicleta por las carreteras de Mallorca. Ayer, muchos ajenos a la noticia, salieron de los hoteles donde están hospedados, sobre todo en la zona de Cala Blava y final de El Arenal y pusieron rumbo a una jornada de ciclismo.

Haciendo un alto en el camino aprovechamos para conocer cuales son los inconvenientes y posible solución que ven ellos a la problemática. Andreu Stelrich piensa que los arcenes son demasiados estrechos y que las carreteras aunque tienen un buen asfalto no están preparadas para que los ciclistas vayan en pelotón. John y Susane es una pareja mayor de ingleses que desde hace siete años practican el cicloturismo en Mallorca. «Hemos visto, -comenta John- que cada año son más los turistas que llegan a la Isla a disfrutar de paseos en bicicleta, pero también hemos visto mayores imprudencias, tanto de ciclistas como de conductores de vehículos».

Joan Rosselló es un joven mallorquín que practica este deporte desde hace quince años, «el turista -confiesa- tendría que concienciarse de como debe circular. Yo soy ciclista y conductor y a veces es normal que muchos de los conductores se crispen». «Por otro lado, los arcenes son estrechos y necesitan una limpieza urgente».