Unos desconocidos roban de madrugada veinte ponis de una finca de Vilafranca

En concreto, los intrusos habían violentado el candado. A continuación se dirigieron al cercado, en vehículos, y se apoderaron de una veintena de ponis. El dueño advirtió enseguida que faltaban numerosos equinos y se puso en contacto con el cuartel de la Guardia Civil, para denunciar lo ocurrido. Los agentes llevaron a cabo una inspección en la finca, tratando de verificar cómo se había planificado el robo y hablaron con algunos vecinos por si alguien había visto de madrugada vehículos sospechosos entrando o saliendo del predio.

En la denuncia interpuesta por el empresario afectado se cuantifica el valor de los veinte ponis en unos 4.000 euros. La finca de Son Bonany no está próxima a ninguna carretera principal y la presencia de los caballos en aquel cercado tampoco está publicitado, por lo que parece evidente que los delincuentes sabían a dónde iban y con qué se encontrarían. «Lo que está claro es que se trata de algunas personas que sabían que en esa finca había ponys y que encima era fácil entrar y llevárselos», comentó un investigador de la Comandancia de Palma.

Esa circunstancia, sin embargo, también puede ser esclarecedora, ya que puede reducir el número de sospechosos. De hecho, la Benemérita tiene la certeza de que los intrusos de ayer habían estado recientemente en Son Bonany. Otro detalle a tener en cuenta es la logística del robo, que implicó que utilizaran varias furgonetas o camiones. «Tuvieron que colocar los vehículos cerca de las vallas y luego ir subiendo uno a uno los ponys, es decir, que les llevó su tiempo hacer todo eso», añadió la fuente de Palma consultada. En todo caso, parece evidente que en el robo de Vilafranca participaron varias personas, casi con seguridad más de dos.