Técnicos del Ibanat inspeccionan los restos del aparato, esparcidos entre el bosque. Foto: PERE BOTA

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MARIA NADAL/E.LÓPEZ VERDÚ
La extinción de un pequeño incendio forestal declarado en Escorca se convirtió ayer en una tragedia aérea, la primera de estas características en Mallorca. Enrique Carré Isas, de 61 años de edad y piloto muy experimentado, falleció ayer al estrellarse la avioneta Air Tractor que pilotaba contra la ladera de una montaña, sin que por el momento se conozcan las causas del siniestro.

Según los primeros informes, las condiciones meteorológicas eran buenas, y la zona, según recalcó ayer el propio conseller de Medi Ambient, Jaume Font, «no es especialmente complicada para actuar».

La secuencia de los hechos comienza sobre las 09.50 horas, cuando los Bombers de Mallorca reciben una llamada del 112 alertando que se ha iniciado un pequeño incendio forestal en la zona de la Font des Noguer, situada entre los embalses de Cúber y el Gorg Blau. Rápidamente se moviliza el parque de Sóller y, como suele ser habitual en estos casos, el Ibanat inicia el despliegue de medios aéreos, enviando a la zona un helicóptero y una pequeña avioneta Air Tractor, con base en Son Bonet. La avioneta sobrevoló la zona y efectuó una primera descarga de agua sobre el incendio, que en esos momentos ya estaba controlado y quemaba alrededor de media hectárea de bosque y matorral.

La avioneta regresó a la base para llenar nuevamente el depósito de agua y reinició el viaje hacia el foco. El aeroplano se metió en el valle de Cúber con normalidad, pero cuando estaba a punto de sobrevolar la zona quemada y lanzar la segunda descarga, el piloto no pudo remontar la ladera y se estrelló contra el bosque. El accidente fue presenciado por los tripulantes del helicóptero, que en esos momentos se encontraba por encima del aeroplano. La avioneta quedó totalmente calcinada y su único ocupante falleció en el acto.

Enrique Carré era un piloto con más de 18.000 horas de vuelo y amplia experiencia, tanto en el Ejército como en la compañía Iberia. Trabajaba para la empresa Martínez Ridao, una compañía con sede en Sevilla y que está subcontratada por la Conselleria de Medi Ambient para cubrir la extinción de incendios.

Su fallecimiento ha supuesto un duro golpe para el personal del Ibanat por partida doble, ya que su hijo también trabaja como técnico del Institut Balear de la Natura.

El siniestro provocó importantes retenciones de tráfico en la carretera entre Sóller y Lluc, adonde se desplazaron numerosos efectivos del Grupo de Rescate de Inca, así como la Policía Local de Escorca. La Guardia Civil envió al lugar a personal especializado del GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña), además de un helicóptero.

Poco después del accidente se presentaron en el lugar varios inspectores aeronáuticos de Aviación Civil, que comenzaron el trabajo de campo en el lugar. Se espera que esta mañana lleguen a Mallorca, procedentes de Madrid, varios inspectores de la Comisión de Investigación de Accidentes, que iniciará una exhaustiva investigación para esclarecer las causas del siniestro. Aunque en Balears se habían producido algunos accidentes, se trata del primer suceso en el que fallece un técnico en extinción de incendios.