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E.L.V. La Audiencia Provincial acogió ayer la vista de apelación por el llamado 'crimen de Cala d'Or', en el que el único acusado, Pedro José Carmona, fue condenado a 12 años y medio de cárcel por el homicidio de su novia, Verónica Kovalovska.

El letrado Bartomeu Oliver destacó que ni el objeto de veredicto ni los hechos probados «especifican que existiese ánimo de matar» por parte de su cliente. De hecho, la defensa sigue manteniendo que la joven se precipitó al vacío tras una discusión con el condenado, y subrayó que nunca se ha encontrado el arma del crimen.

Los hechos tuvieron lugar el 16 de enero de 2005 en el apartamento de Cala d'Or que la pareja compartía desde hacía varios meses. Los investigadores de la acusación y los peritos aseguraron entonces que la mujer no murió por una caída accidental, sino debido a múltiples golpes en la cabeza con varios objetos inciso contusos. Además de estas heridas, la víctima presentaba varios cortes en las muñecas.

El tribunal fue unánime en su veredicto de condena, aunque contempló la atenuante por consumo de drogas, ya que el acusado había estado bebiendo esa noche y era consumidor de cocaína.