En el´polígono de Can Valero el desastre fue mayúsculo: volaron los tejados de algunas naves y decenas de coches quedaron destrozados. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL
05/10/07 0:00
JAVIER JIMÉNEZ
Oscureció. Una gran nube negra entró por la bahía, cubrió Palma y desató el desastre. En Sólo quince minutos la capital balear padeció un calvario. Las consecuencia de la tormenta huracanada han sido catastróficas: una veintena de heridos, uno de ellos crítico; cientos de coches dañados; miles de árboles arrancados; torres de alta tensión derribadas; ventanas reventadas; naves industriales devastadas; caos histórico de tráfico; escapes de gas; inundaciones; torrentes a punto de desbordarse; colegios afectados; el estadio de Son Moix con el techo destruido; parte del psiquiátrico evacuado; accidentes múltiples; incendios en casas: retrasos en el aeropuerto y hasta una rissaga en Alcúdia.
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