Aspecto que presentaba ayer una de las viviendas anegadas de la urbanización de sa Casa Blanca. | Ultima Hora

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Todo empezó el 20 de diciembre, cuando un diluvio descargó sobre sa Casa Blanca. El agua quedó estancada y las últimas precipitaciones de estas semanas han agravado la situación hasta tal punto que 26 familias afectadas aseguran que «ya no podemos más, nuestras propiedades son auténticos embalses».

María, la presidenta de los vecinos, relató ayer a Ultima Hora que «los bomberos de Palma se han portado francamente bien, porque han venido casi cada día. El problema es que no tienen equipos suficientemente potentes para drenar tanta agua».

Muchos han optado por marcharse temporalmente a casa de sus familiares, como el caso de una vecina ciega que está ahora con su hija: «Como no conoce la nueva casa tiene las piernas llenas de golpes por impactar contra los muebles».

Los vecinos piden una solución urgente al Ayuntamiento de Palma y al Govern Balear. Este sábado EMAYA instaló por fin unas bombas potentes para drenar el agua, aunque el operativo será laborioso dado el enorme volumen a evacuar.