El acusado, de espaldas, durante el juicio. | Alejandro Sepúlveda

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Un agente de la Guardia Civil que ha declarado este martes como testigo en el caso de la muerte de Lucía Patrascu ha constatado que ella acudió al acuartelamiento de Pollença a informarles de que tenía «miedo» de su marido horas antes de que este la matara.

En la segunda jornada del juicio, que se celebra ante el Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Baleares, están declarando varios agentes que intervinieron en el caso, tanto policías locales como guardias civiles.

De esta manera, otro guardia civil ha señalado que atendió en un primer momento a Lucía Patrascu y ha explicado que esta le dijo que «llevaba un mes en trámite de separación» y le indicó que «se sentía acosada por parte de su marido» y que «todo era en relación a una violencia de género de tipo psicológico».

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«Dejó claro que en España no le había agredido», ha asegurado. Cabe recordar que existe una investigación abierta a varios guardias civiles por presuntamente no atenderla de manera debida.

Por su parte, el marido de Lucía Patrascu confesó en la primera jornada del juicio, este lunes, que la mató porque se le «cruzaron los cables». Aseguró que se había bebido unas 15 cervezas y varias pastillas de ansiolíticos y valeriana, que le habían recetado hacía unos días.

Así, indicó que cuando su mujer llegó a casa le preguntó acerca de dónde había pasado toda la noche y que, tras su respuesta, se le «cruzaron los cables», se fue a la cocina a por «el cuchillo» y después de cogerlo se fue «tras ella».

Posteriormente, tras acuchillarla, bajó a la calle y ahí pidió que le detuvieran porque había matado a su mujer.