La acusada, en el juicio celebrado en una sala del juzgado de lo Penal 2 de Palma. | Juan P. Martínez

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Un juzgado de Palma ha absuelto a una conductora que arrolló mortalmente a un turista de 17 años en s'Arenal en 2016. La jueza titular de lo Penal 2 concluye que no se ha acreditado «de un modo fehaciente» que la mujer condujera bajo los efectos del alcohol ni su influencia en el resultado del atropello.

La sentencia recoge probado que el accidente ocurrieron sobre las 5.00 horas del 16 de octubre de 2016 en el número 25 de la calle Maria Antònia Salvà. La acusada, de nacionalidad española, conducía un Ford Focus de su padre, salió del garaje de su domicilio y atropelló a Sandro Shneiter, que se encontraba tumbado en la calzada tras caerse después de haber consumido alcohol. El adolescente falleció poco después por un traumatismo abdominal y torácico a consecuencia del impacto.

«Comerse el marrón»

La jueza señala en el fallo que la salida del parking tiene una pendiente de 12 grados de inclinación y que en el punto del atropello la iluminación es insuficiente. El novio de la mujer manifestó a los agentes de la Policía Local que acudieron al lugar de los hechos que el conductor era él.

En dependencias policiales, posteriormente, explicó que por circunstancias personales de su pareja, ya que sus padres eran muy estrictos, asumió «comerse el marrón» aclarando después que la conductora era la mujer.

Los agentes practicaron al hombre la prueba de alcoholemia tras el atropello y dio positivo. A la mujer se la realizaron sobre las 9.05 horas y arrojó un resultado de 0,08 y 0,06 mg de alcohol por litro de aire espirado.

La sentencia indica que es «muy posible» que la conductora no viera tendido en el suelo al peatón porque circulaba en una rampa con desnivel, cosa que también dificultaba la visibilidad.

La mujer, defendida por el abogado Eduardo Valdivia, se acogió a su derecho a no declarar en el juicio que tuvo lugar a mediados de septiembre en Palma.

Los policías que acudieron al lugar afirman que la mujer olía a alcohol

Los dos policías locales que se desplazaron hasta el lugar del accidente declararon en el juicio que la mujer y su novio presentaban síntomas de hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Uno de los agentes manifestó que la acusada estaba histérica y llorando. Ambos estaban muy nerviosos tras el atropello. Ella andaba, se sentaba, volvía a andar, se volvía a sentar y se apoyaba en la pared. El policía que hizo el atestado, que llegó una hora después, señaló que no podía afirmar que la mujer se encontrara bajo la influencia de bebidas alcohólicas.