¿Cómo valora la sentencia?
— De manera positiva, ya que se demuestran los hechos. Quedan claras estas corruptelas que hicieron los imputados para tener plaza, algo que tanto el colegio como la Conselleria d´Educació siempre habían negado. Aunque desde el punto de vista de la condena creo que es insuficiente. En el momento que toque pediremos la ejecución de la pena y que los sentenciados entren en prisión. Que el castigo acabe en una sanción económica puede que tenga efecto llamada más que disuasorio.
Aún no es firme el fallo y se puede recurrir.
— Cierto. Y de hecho nosotros vamos a hacerlo. No nos parece coherente que los niños estén en el colegio después de cometer un delito sus padres, deberían ser expulsados y eso ha sido rechazado por la magistrada. Es como si robas en un banco y no hace falta que devuelvas el dinero.
¿Habrá ahora padres que tengan miedo si intentan hacer algo así?
— No creo que los padres a los que le ronde en la cabeza llevar a cabo alguna irregularidad en los próximos meses en el proceso de escolarización tengan miedo tras la sentencia. Si me preguntaran qué tienen que hacer no sabría que decirles. Da la sensación de que vale la pena pagar una multa pero que tu hijo vaya al colegio que tú quieres aunque no tengas los puntos sucientes.
Después de ocho años de lucha, ¿qué sensación le queda?
— Para mí la victoria ha sido llegar a juicio y no la sentencia. Es una cuestión moral. Yo ya no me voy aprovechar si las cosas mejoran a partir de ahora, pero no me podía permitir que esto siguiese funcionando así.
¿Faltó alguien por sentarse en el banquillo de los acusados?
— Por supuesto. Había más casos ese año. Y no es que lo diga yo, sino que hay un auto que lo certifica.
¿Volvería a meterse en un proceso tan largo?
— He de confesar que cuando hice el recurso, allá por el año 2013, pensaba que esto iba a durar diez días, nunca podía imaginar que llegaría hasta casi ocho años. Pero la resolución me llegó dos años después. Y hasta que se ha celebrado el juicio en un Penal de Palma, otros cinco. Si el caso se ha prolongado tanto en el tiempo ha sido porque así lo han querido las distintas administraciones.
¿Qué me dice de la Conselleria d'Educació?
— Lo de la conselleria es muy decepcionante. La obligación de investigar todo esto es suya y no mía y no han hecho nada. La administración, cuando se enteró por mí de lo que estaba ocurriendo, no excluyó a nadie e intentó mantenerlos en el centro a pesar de todo.
¿Y de los funcionarios?
— Tenían la obligación, por el puesto que ocupan dentro de la consellería, de perseguir este tipo de delitos y, por tanto, denunciarlos. Un padre se presentó allí, les confesó lo que había pasado y no hicieron nada.
¿Qué papel juega en todo esto el colegio Sant Francesc?
— La conselleria debería haber sancionado al colegio al saber lo que ocurría y no hicieron nada. Con algún tipo de castigo económico a los centros que incumplan la normativa seguro que se acabaría la complicidad con estas triquiñuelas.
¿Cree usted que en el colegio estaban al tanto de todo?
— El colegio no es que lo sepa, es que directamente colabora en ello. A los padres no les interesa cómo entrar, el objetivo es conseguir plaza. En el centro no se leyeron ni un solo certificado médico. Había padres que presentaban informes de enfermedades que no recogía la conselleria y aun así conseguían los puntos. Y todo esto lo hacen en el centro porque cuentan con la complicidad de la conselleria, ni más ni menos.
¿Y qué mas tipos de falsedades conoce que hagan?
— Tengo testimonio de gente que ha conseguido puntos como exalumnos sin haber cursado estudios en el centro.
¿Va a seguir luchando?
— Quiero dejar claro que mi lucha no ha sido contra los padres. Yo no pretendo demonizar a nadie. Mi objetivo es que esto no pase en el proceso de escolarización y me atrevería a decir que en ningún otro ámbito. Es vox populi que esto se ha hecho siempre. Estas cosas se han de tomar en serio. Veremos si cambia algo.
¿Ha recibido alguna felicitación en las últimas horas?
— La verdad es que sí, más de las que me esperaba. También tengo que decir que alguna que otra crítica, centradas en por qué me había metido en un tema así. Pero alguien tiene que ponerle el cascabel al gato.
30 comentarios
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Felicidades! Es muy injusto que unos se queden sin plaza por otros que amañan los puntos! Parte de educación la da un colegio, pero que clase de educación y etica estan criados esos niños? Si son estafadores sus progenitores, aunque suene mal, pero son eso, unos padres estafadores, entonces... Si te preocupa la educación de tu hijo, que empiezen a educarse ellos y saber y enseñar lo que esta bien o mal!
Sentencia va a ser la nuestra tras esta Pascua, yo se lo que me digo.
@Manel. No sé por qué pero me recuerda usted mucho a Shylock, ése personaje de Sheskapeare en el Mercader de Venecia. Usted como él, está reclamando el pago de lo que el deudor le debe, una libra de carne. Pero recuerde, el ducce -que hace la función de juez- le impone al acreedor una condición: que sea exactamente una libra, si es un gramo más, será Shylock el acreedor, el que sufra las consecuencias de su exceso en el cobro de la deuda.
¿sentencia ejemplarizante? ¿cuál sería? ¿fusilamiento? ¿pena de escarnio público? ¿guillotina? ¿ apaleamiento? ¿ la horca? !! Condenamos a los asesinos de personas con penas ínfimas y por falsificar un papel hay que ser más duros, no ? ¿Eso es justicia ? Vamos, no me hagan reir!!!
@J. L Estoy de acuerdo con usted, el castigo debe ser proporcional. Los colegios privados están llenos de niños que no obtuvieron la plaza deseada en centros concertados, y no la obtuvieron por culpa de padres que presentaron documentos falsos. A esas familias les cuesta sólo la parte educativa unos 4.000 € al año. Esa debería ser la sanción que tendrían que abonar los padres que cometieron las falsedades: 4.000 € por 8 años: 32.000 € cada uno. Esa sería la sanción justa y ejemplarizante, no cree?
El hombre ha tenido el coraje de lucharlo. Tiene razón en que es como las mordidas de los policías sudamericanos, que todo el mundo lo sabe y comulga con la corrupción. En cambio si no haces trampa, si no falseas certificados de enfermedad o trabajo, o empadronas en ca un conocido es que eres bobo y otros sacan del centro a tu hijo o hija con puntos de primo. Que la conselleria lo sabe y no hace nada? Cierto los funcionarios son los más proclives a hacerlo y hay connivencia
Ningu vol enviar als nens a la publica pero no volen pagar la privada, aixi que inventam una parida digne de españa, país de medias tintas, una escola que com es concertada cobra de educació com si fos publica y cobra als pares per tot com si fos privada. Asi, ni chicha ni limonà, ells fan negoci i noltros pagam com idiotes. No me pareix be. I que es millor que la publica es molt dir. Sempre pareix mes verda la gespa del veï.
Y tiene toda la razón. Si la conclusión de todo esto es que pagas 2000 € de multa pero puedes llevar a tus hijos al colegio que quieres se transmite el mensaje de que quizás compense.
Este señor denunciante ha hecho lo que debía, bien hecho está. Sin embargo creo que tampoco es comparable lo de la devolución del dinero robado con el privar ahora a los niños de ése colegio. Los niños no son un botín, son seres humanos y hay que protegerlos incluso de muchas cosas. Que castigo esperaba? Que colocaran un sambenito y ardieran los padres en una hoguera en la plaza pública? El castigo y la pena no puede ser un instrumento de venganza y tiene que ser proporcional a la conducta, de lo contrario volvemos a épocas pasadas afortunadamente superadas.
Con lo fácil que es solucionarlo, si les diera la gana. Aquellos padres insolidarios que les han pillado, multa. Sus niños, que no son culpables de las corruptelas de los padres, que acaben el curso donde estén matriculados, y para el próximo curso irán a matricularse donde diga la delegación del gobierno tras informe de la Consellería de educación, Y si no les gusta que vayan a un colegio privado pasando por caja, para que aprendan. Ya está bien de poner una multita nueve años después de la infracción. A estas alturas los niños y niñas afectados, viendo la rapidez de la justicia, ya están peinando canas, pero si a los papás les cascan treinta mil euros de multa, al resto de papás se le irán las ganas de mangonear.