Uno de los fugados que fue detenido la misma noche del incidente en el aeropuerto. | Guillermo Esteban

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Los 21 imputados por la invasión de las pistas de Son Sant Joan y la fuga del avión de Air Arabia responderán por dos delitos distintos de sedición. La magistrada que instruye el caso ha procesado a todos los partícipes en la fuga por los delitos más graves que había encima de la mesa. Además suma en el auto de procesamiento a dos investigados por ayudar a los fugados en Mallorca.

El auto analiza lo ocurrido el cinco de noviembre de 2021 desde que uno de los pasajeros del vuelo dijo sufrir una crisis diabética. La magistrada sospecha que fue una «enfermedad provocada por él mismo» y duda de que los dos supuestos médicos que le atendieron en el avión lo fueran realmente. La alarma se dio cuando el avión, en ruta a Estambul, entraba en espacio aéreo español y los dos médicos a bordo alertaron al comandante: o aterrizaba en quince minutos o el pasajero moría. La magistrada apunta a que no hay pruebas de que ambos fueran realmente doctores y que hicieron un diagnóstico extrañamente preciso.

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En la cárcel y en Son Llàtzer se descartó que este pasajero fuera diabético. Así, este y el que le acompañó en la ambulancia y luego se fugó son incluidos en un primer grupo de procesados. La juez considera que hay indicios de que fueron «los que indujeron, llevaron la voz, sostuvieron y dirigieron la sedición; perseguían interrumpir la navegación y variar la ruta». La resolución afirma que «los hechos fueron planificados» y que existía un «grupo medianamente organizado» a partir de varias conversaciones en Facebook, que son claves para detallar la planificación. También valora los mensajes que los propios fugados intercambiaron en sus móviles. «No nos encontramos ante una situación de simple entrada ilegal en España, nos encontramos ante el plus que exige la jurisprudencia en relación al delito de sedición».

El otro elemento clave para que la magistrada concluya que hay indicios de ese delito está en la violencia que ejerció el resto para salir del avión y la situación del peligro que crearon para el resto de pasajeros del aeropuerto. También valora la gravedad de lo ocurrido con el cierre de las pistas. El auto incluye un delito de coacciones por el perjuicio hacia el resto de pasajeros y el delito especial de sedición que recoge la legislación aeronáutica por desobedecer al capitán.

El apunte

«¡La hemos hecho tan gorda cómo para no preocuparse!»

«¿Cómo que no me preocupe? La hemos hecho tan gorda cómo para no preocuparse. Ten cuidado, amigo». Los mensajes que intercambiaron los fugados de Son Sant Joan son otro de los indicios que valora la magistrada. «Si os detienen a vosotros ya seguimos todos, no hay que dar muchas vueltas», se dicen entre ellos, lo que lleva a la conclusión de que estaban coordinados. La magistrada ha citado a todos los investigados a través de videoconferencia el próximo mes de mayo para el trámite de la declaración indagatoria del sumario.