El yate ‘La Luna’, de bandera alemana, se encuentra en el dique seco, en Alcudiamar. | M. À. Cañellas

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La Guardia Civil ha entregado en el juzgado de Manacor el informe preliminar sobre el accidente marítimo que se saldó con la muerte del joven mallorquín Guiem Comamala y que concluye que el yate que lo arrolló, de bandera alemana y veinte metros de eslora, navegaba con exceso de velocidad a una milla del puerto de Cala Bona.

Según ha podido saber en exclusiva Ultima Hora, el escrito también alude a una «concurrencia de conductas», por la poca luz que llevaba el bote arrollado, en el que Guiem, su tío y otro familiar estaban pescando calamares de noche, el pasado viernes 23 de agosto. Los agentes han determinado que la colisión se produjo a las 21.20 horas, cuando, cuando hacía más de media hora que había anochecido y había muy poca visibilidad. En la zona del accidente había otras embarcaciones con el ancla puesta y con ocupantes en el interior. Estaban señalizadas con luces y focos. El informe se basa en la declaración de numerosos testigos y también en las pesquisas policiales realizadas tanto por el Servicio Marítimo y por la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Rozó la popa

La reconstrucción de aquella fatídica noche, en la que el joven mallorquín y sus familiares habían salido a pescar calamares, concluye que el yate ‘La Luna’, valorado en cuatro millones de euros y dotado con tecnología de última generación, rozó al pequeño bote por popa y provocó que la embarcación girara 45 grados. Guiem Comamala, que tenía 20 años, cayó al mar y resultó herido de muerte.

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El informe, pues, apunta a una imprudencia por parte del patrón de la embarcación alemana, Dennis Viehof, de 35 años, que continuó navegando tras el impacto porque, según su relato, no se percató de lo que había ocurrido. El acusado, que es piloto en Colonia e hijo de un millonario alemán, se marchó al día siguiente a su país, pero cuando fue contactado por los investigadores se mostró dispuesto a colaborar «en todo lo que sea necesario» y después regresó de forma voluntaria a Mallorca, donde fue citado a declarar en la Comandancia de la Guardia Civil. Se acogió a su derecho a guardar silencio y después quedó en libertad con cargos, acusado de un delito de homicidio imprudente.

En la actualidad, los investigadores están a la espera de los resultados de una serie de pruebas periciales, entre ellas el análisis del casco y la hélice de ‘La Luna’, que se encuentra en el dique seco en Alcudiamar, en el Port d’Alcúdia. El yate, exteriormente, presentaba una serie de golpes, pero aún no se ha determinado si fueron provocados por la colisión o eran anteriores, de la navegación durante este verano.

El atestado de la Benemérita recoge una serie de informaciones sobre el día del accidente, como que los ocupantes del yate –Dennis y media docena de amigos y amigas llegados de Colonia– estuvieron durante horas de fiesta, aunque no se ha podido determinar si estaban bajos los efectos del alcohol. Sí se sabe que consumieron champán mezclado con zumo de naranja. Luego, tras la juerga y algunos incidentes en el mar, regresaron hacia Cala Bona y veinte minutos después de las nueve se produjo la fatídica colisión.

El apunte

A la espera de una pericial sobre la ‘caja negra’ del barco

Los agentes están esperando los resultados de una empresa externa que examinó la ‘caja negra’ del yate, para conocer los datos referentes a la navegación. También se han tomado muestras de pintura en el casco de ‘La Luna’, que se han remitido a un laboratorio para determinar si pertenecen al pequeño bote en el que pescaban calamares Guiem Comamala, su tío y un familiar, el pasado 23 de agosto.