En el año 2019, un menor fugado de un centro tutelado, se precipitó desde la tercera planta y acabó ingresado en el hospital. | R.S.

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Los vecinos colindantes del ‘Edificio de los Horrores’, ubicado en el número 31 de la calle Reyes Católicos de Palma, saben perfectamente lo que conlleva convivir con toxicómanos, prostitución, venta de droga e incluso con integrantes de bandas organizadas que se dedican a perpetrar robos con violencia, dar palizas por encargo o torturar a las personas. Es más, el valor de la vida es tan irrelevante que estos moradores no tienen ningún reparo en coger a alguien, introducirlo en una furgoneta, llevarlo a una zona boscosa y acabar con su vida.

Hace años, la promotora del inmueble quebró quedando en un limbo jurídico toda la construcción. No tardaron en aparecer los okupas y apoderarse de las plantas del edificio. Los primeros en tomar posesión de las plantas inferiores fueron los toxicómanos. De hecho, según relatan los vecinos y comerciantes de la zona, la planta baja se convirtió en un ‘picadero’. Es decir, un punto donde se concentran los drogadictos enganchados al ‘caballo’ (heroína) para inyectarse la droga. Este hecho generó una gran alarma social en la zona dado que el trasiego de personas enganchadas a la heroína ocasionó muchos problemas y enfrentamientos.

Poco después, se incorporaron al inmueble menores tutelados fugados de sus centros. Una vez allí dentro, tanto chicos como chicas, ejercían la prostitución para sufragarse sus vicios, comprar dispositivos móviles y disponer de dinero para drogarse. Es más, en marzo del año 2019, uno de estos adolescentes acabó ingresado tras caer al vacío desde una tercera planta.

Se trataba de un joven nacido en 2003 llegado en patera a Mallorca, que fue ingresado en un primer centro de menores, donde protagonizó numerosos incidentes: clavó un tenedor a un interno, acosó sexualmente a una de las educadoras y amenazó de muerte a una cocinera.

En marzo de 2021, se registraron dos incendios consecutivos. Los toxicómanos okupas de una de las plantas acusaron a los vecinos de provocar un incendio intencionado para acabar con sus vidas y así liberar el edificio. En los últimos años el ‘edificio de los horrores’ ha experimentado un cambio de ‘inquilinos’. Ahora, se han apoderado del mismo algunos integrantes de peligrosas bandas sudamericanas con vinculación a robos con violencia, palizas y extorsiones.

De hecho, en la última intervención policial se detuvo a seis colombianos, todos ellos vinculados con delincuencia violenta. Uno de los arrestados es Fredy Escobar, de 32 años, que ya protagonizó el asalto en la vivienda del anciano Pau Rigo en Porreres.