TW
0

Los medios andan especulando en la que sería sin duda la pareja royal prefecta, si por ello se entiende igual pedigrí, educación similar y similares orígenes. Vamos, lo que no está de moda entre los parientes reales europeos que han elegido fuera de sus semejantes para formar matrimonios, hasta el momento exitosos, con personas de otro rango y condición. Hablamos solo de rango educacional, pues ante Dios y ante los hombres somos todos iguales.

Sin embargo, durante siglos, las normas reales que regían los matrimonios establecían claramente que estos deberían celebrarse entre iguales hasta que un gran duque de Luxemburgo dijo que él se casaba con la cubanita de su corazón. Y ya nada fue igual. Él es el príncipe Cristián de Dinamarca es el hijo mayor de los príncipes herederos Federico de Dinamarca y María, por lo tanto, es príncipe de Dinamarca. Ocupa el segundo puesto en la línea de sucesión al trono tras su padre.​Desde 2008 es también conde de Montpezat, título heredado de su abuelo paterno. Tiene 17 añitos. La supuesta novia es también de sangre real, como hija del príncipe Carlos de Borbón-Dos Sicilias, duque de Castro, y de su esposa, la excéntrica princesa Camila, lo que también la convierte en glamurosa duquesa de Capri. Parece salido de un cuento de hadas.

¿La joven María Chiara de Borbón-Dos Sicilias conseguirá llegar a la corona para quedarse en ella? Quien sabe, lo único cierto es que ambos infantes se conocen desde que nacieron, puesto que sus padres respectivos ya eran amigos en el momento de sus matrimonios. No quiero, ni puedo extenderme mucho, pero lo cierto es que de la casa de las Dos Sicilias también tenemos rama legítima los españoles, y es un orgullo. Nuestra rama es la Calabria, y así debe seguir siendo.