El Atlético Baleares pone un pie en Tercera | Miguel Ángel Borrás

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El Atlético Baleares no ha pasado del empate a cero ante la Peña Deportiva y se complica mucho su futuro en la Segunda División B. En un encuentro en el que solo servía la victoria prácticamente no ha disparado a puerta.

Ha salido mandón el ATB desde el pitido inicial, pero solo sería un espejismo. Con mucho balón pero poco peligro transcurrieron los primero minutos de partido. Mandiola apostó por el mismo dibujo que ante el Peralada, es decir, con tres centrales y Nacho Heras solo en punta. Y claro, eso es mucho riesgo. El joven madrileño pelea, lo intenta, pero no es un 9. Ni un 10. No se sabe muy bien todavía lo que es.

Pasaban los minutos y bajo la intensa lluvia y el viento que se ha dado cita hoy en Son Malferit, lo único que parecía que podía poner en apuros a Elías, el guardameta visitante, eran las acciones a balón parado. Y ni eso. Dispuso de varias faltas y saques de esquina el ATB pero no encontraban rematador. Y eso es una constante durante toda la temporada. La falta de pegada va a condenar a este equipo.

La Peña se soltó mediada la primera mitad pero sus tímidos ataques acababan en nada. Desde el primer momento se ha visto a un equipo que se iba a ir contento de Mallorca si conseguía meter un punto en su mochila.

El único a disparo a puerta de los de Mandiola en la primera parte lo ha tenido Nacho Heras. Pero lejano, centrado y flojo. Así es imposible.

El paso por los vestuarios calcó el inicio de partido. Dominio del ATB, llegadas al área pero sin peligro. Algo que dejaba bien tranquilos a los de Dani Mori. Mandiola movió rápido el banquillo y dio entrada a Xisco Hernández, que regresaba así tras casi cuatro meses de lesión. La entrada del '7' dio más creatividad al equipo y sobre todo más peligro a balón parado pero ni con esas. Tras la entrada de Xisco llegó la de Canario, que sigue siendo un lujo que esté en el banquillo. El de Palencia en poco más de media hora ha hecho más que otros en tres partidos.

En el 62 ha llegado una ocasión. Si se puede llamar ocasión a un saque de banda lateral de Manu que no ha tocado nadie y se ha paseado por el área sin encontrar remate blanquiazul.

Seguía corriendo el reloj y aumentaban exponencialmente los nervios de los locales, que lo intentaban desde las esquinas y poco más. Y claro, si lo dejas todo y te topas con un rival bien armado atrás es complicado.

Y hasta el minuto 94 el guion ha sido el mismo. Un quiero y no puedo del ATB que no ha puesto en aprietos en ninguna ocasión al guardameta ibicenco. En un partido en el que se jugaba media permenencia. Y esto no es más que un resumen de lo que está siendo la temporada.

El domingo que viene recibe al Hércules en Son Malferit en un encuentro, de nuevo, vital. Pero también era vital el de hoy. Más vital quizá que el de dentro de ocho días.