Las cuevas del Drach son muncialmente conocidas por su belleza y magnitud. | Cedida por Cuevas del Drach

Hubo un día en que las cuevas servían tanto de refugio como de hábitat; sin embargo, hoy en día es difícil pensar en ellas de esta forma, más bien se nos vienen a la cabeza bellas estructuras naturales que han adoptado, con el paso del tiempo, formas caprichosas que las han hecho únicas e increíblemente atractivas.

En Mallorca podemos encontrar algunas cuevas que han alcanzado la fama y un reconocido prestigio, no solo entre los mallorquines, sino también fuera de nuestra isla, prueba de ello es la visita de millones de turistas que cada año reciben.
Por éste, pero sobre todo por su belleza natural, bien merece la pena una escapada para descubrir por dentro estos lugares recónditos, un aliciente más son las agradables temperaturas que encontraremos siempre dentro de ellas. ¿Qué más se puede pedir?

CUEVAS DEL DRACH

Son mundialmente conocidas, su belleza y magnitud atraen cada a año a miles de turistas. Hablamos de las Cuevas del Drach, que hoy por hoy son unas de las más destacables de Mallorca. Situadas en la costa oriental de la Isla, su interior se distribuye por cerca de 2.400 metros de longitud y 25 metros de profundidad máxima bajo la superficie. El lago Martel, ubicado en su interior, está considerado uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo; no es de extrañar los asombros de los visitantes cuando se les dice que tiene 177 metros de largo por 30 metros de ancho, unas medidas que dejan boquiabiertos incluso a los visitantes más incrédulos. En él, se ofrecen diariamente conciertos de música clásica con piezas de Caballero, Chopin, Offenbach,... Y tras el concierto, los más animados podrán disfrutar de un paseo en barca por sus sosegadas aguas. Otro de los grandes atractivos de este lago es la lograda iluminación en su interior, que resalta la belleza natural de estalactitas y estalagmitas, proyectada y realizada por el ingeniero Carlos Buigas.

CUEVAS DELS HAMS

Porto Cristo acoge estas maravillosas cuevas descubiertas en 1902 por el espeleólogo y pionero del turismo, Pedro Caldentey Santandreu, reconocidas mundialmente por su finura y sus particulares formaciones arborescentes. En su interior, existen dos lagos que anegan estas cuevas, se trata del Mar de Venecia, que es donde se refleja todo el exterior en sus aguas, y el lago Columna, llamado así debido a que una estalactita se abraza con una estalagmita formando una columna. Fueron las primeras cuevas en iluminarse, y lo hizo su descubridor en 1912, preocupado por el efecto que la luz de carburo podría provocar en su interior, logrando así una de las primeras instalaciones eléctricas-artísticas del mundo (con un molino, un salto de agua, una turbina y un aljibe).

Una visita a la cueva nos permitirá asombrarnos con la magia de luz y color creada con una iluminación artística cuya instalación eléctrica data de 1953, realizada por Lorenzo Caldentey (hijo del descubridor). Un recorrido de 850 metros nos llevará por un paraje sin igual digno de complacer a todos los sentidos. Pasaremos por una zona en la que el jardín botánico y la fauna del lugar serán las protagonistas para, a continuación, en la cueva digital sumergirnos en el mundo visionario de Jules Verne, una combinación espectacular de última tecnología en el marco de un auditorium subterráneo, único en el mundo. Finalmente, nos adentraremos en la cueva clásica, cuyo interior alberga diferentes lagos, siendo el Mar de Venecia el más grande; éste acoge a diario el espectáculo ‘Magical Mozart’ en un homenaje especial al célebre compositor.

CUEVAS DE CAMPANET

La Serra de Tramuntana acoge uno de sus tesoros mejor guardados, las Cuevas de Campanet; situadas en la vertiente sur del monte de Sant Miquel, son uno de los espacios más apreciados del patrimonio natural de Mallorca. Destacan por la finura y riqueza de sus depósitos calcáreos en forma de estalactitas y estalagmitas, y ocupan una superficie de 3.200 metros cuadrados y crean un vacío de unos 16.000 metros cúbicos.

Las Coves de Campanet se abrieron al público el 10 de noviembre de 1948. En las visitas guiadas, de unos 40 minutos y un recorrido subterráneo de unos 400 metros, se recorren galerías y salas con nombres tan sugerentes como Sala Romántica, Sala del Lago, Castillo Encantado, Cascada Sonora,... Abren sus puertas todos los días desde la diez de la mañana y disponen de terrazas exteriores ajardinadas desde donde podemos disfrutar de unas vistas fantásticas sobre el valle. Se trata de una excursión ideal en la que podemos conocer, además de las cuevas, Campanet, un coqueto municipio del interior de la Isla.

CUEVAS DE ARTÀ

Están situadas en la costa marítima del término municipal de Capdepera, en el Cap Vermell, rodeadas de montañas que se levantan sobre el mar. Innumerables estalactitas de prodigiosas formas y extraordinarias proporciones penden de una elevada bóveda a su entrada; altas estalagmitas se levantan del suelo, elegantes y esbeltas, semejando vagamente formas humanas, espectros misteriosos, con esa imponente superioridad de las maravillosas creaciones de la naturaleza.
La visita a las cuevas dura entre 25 y 40 minutos, y cuenta con guías en español, francés, inglés y alemán. Desde la entrada se accede al vestíbulo y de allí al salón de la Reina de las columnas que acoge una altísima estalacmita de 22 metros de altura. En el del Infierno, se ofrece un espectáculo de luz y sonido de unos tres minutos de duración. Y así, durante el recorridos podremos asombrarnos de la belleza creada por la naturaleza. A la salida, nos esperan unas espectaculares vistas sobre la bahía de Canyamel.

La visita a las Cuevas de Artá puede aprovecharse para conocer más a fondo esta zona de la isla, y es que Capdepera ofrece un gran número de playas y calas de las más bellas del levante mallorquín.  Otro lugar de interés no muy lejano es el Castillo de Capdepera, uno de los emplazamientos históricos más importantes de Mallorca que data del año 1300 d.c. y está situado en una zona estratégica desde la que se divisa la isla de Menorca.