El dicho popular es contundente: debemos cuidarnos por fuera y por dentro. Una vida sana apoyada por una alimentación equilibrada nos hará ganar algunas batallas al paso de los años y el envejecimiento, sobre todo de la piel. En este sentido existen algunos alimentos que, por sus propiedades, pueden ayudarnos tanto a combatir los signos de la edad como a prevenir algunas enfermedades.
Seguramente todos hemos oído hablar en algún momento de los antioxidantes, el Omega 3, las vitaminas A y C, los aminoácidos,... Y, aunque no sepamos muy bien qué significan o cuáles son sus tareas, sí somos conscientes de que son necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo. La dieta mediterránea es muy rica en alimentos y la diversidad de éstos la hace tremendamente envidiable por otras culturas, en ella podemos encontrar gran cantidad de productos que contienen propiedades necesarias para nuestro cuerpo y que además nos ayudan a mantener a raya los signos de la edad.
Uno de los alimentos que deberíamos consumir varias veces a la semana es el pescado, el catalogado como azul además tiene unos altos niveles de Omega 3 entre cuyos beneficios destaca el efecto anti-inflamatorio en el organismo, además de ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares. La gastronomía antiaging apuesta por los pescados de mar antes que por la carne. Por su parte, las nueces también brindan un alto contenido de Omega 3, por lo que sus ácidos ayudan a hidratar y suavizar la textura de la piel así como también a protegerla de químicos y otras toxinas.
Los nutricionistas recomiendan una dieta rica en alimentos antioxidantes para ayudar a prevenir el temido envejecimiento de la piel, comer fruta y verdura a diario nos aportará los niveles necesarios, aunque hay algunas que son más ricas en antioxidantes que otras, como el tomate o las frutas rojas.
La vitamina C es otro de los nutrientes esenciales en una dieta sana y equilibrada debido a su acción antioxidante y a que es un gran estimulante del sistema inmunológico; la abundancia de esta vitamina disminuye la profundidad de las arrugas y aumenta la producción de colágeno, así que contribuirá a que la piel luzca más joven. Las frutas cítricas son una gran fuente de esta vitamina, pero no debemos olvidar el pimiento rojo de entre las verduras y hortalizas que ofrecen este nutriente, ya que casi un 60 por ciento de su contenido es vitamina C.
Los aminoácidos son fundamentales para que nuestro metabolismo funcione correctamente, entre sus funciones están la del correcto transporte de los nutrientes (agua, grasas, carbohidratos, proteínas, minerales y vitaminas) y la optimización del almacenamiento de éstos. Pese a la mala fama que pueden haber tenido durante muchos años, las carnes rojas son muy importantes debido a su aporte de aminoácidos, así como el zinc, un poderoso antiinflamatorio de la piel.
La vitamina A ayuda al mantenimiento de los huesos, la piel y los dientes; también es conocida como retinol, ya que genera pigmentos que ayudan al buen funcionamiento de la retina, por lo que es muy beneficiosa para la visión. Está presente en los lácteos, los huevos, en carnes como el hígado de vacuno o el de pollo, así como en vegetales de colores, por lo general, amarillos, rojos y verdes (igual que la vitamina K) entre los que podemos destacar la zanahoria, la calabaza, las espinacas, el brócoli o los espárragos.