La portavoz Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Isa Serra; la candidata de Unidas Podemos al Congreso por Asturias, Sofía Castañón; la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Irene Montero; y la eurodiputada con Unidas Podemos, María Eugenia Rodríguez Palop, | Marta Fernández Jara - Europa Pr

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La número dos de Podemos, Irene Montero, ha defendido este miércoles que el modelo económico actual es «incompatible con la vida» y ha apostado por que tras las elecciones del 10 de noviembre haya un Gobierno que lleve a cabo los cambios estructurales necesarios que ayuden a cuidar el planeta y a reorganizar el sistema productivo «incorporando el trabajo de cuidados», que recae fundamentalmente en las mujeres.

En el acto 'Diálogo feminista con colectivos sociales', en el que Montero ha estado acompañada por la portavoz de Unidas Podemos en la Comunidad de Madrid, Isa Serra, por la secretaria de Feminismos de Podemos, Sofía Castañón, y por la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop, ha recalcado que el cambio pasa «por hacer fuerte lo común», y ha advertido de que ante una situación económica difícil como la que puede llegar, es probable que ocurra «como siempre» y los recortes recaigan sobre las mujeres.

En este sentido, ha añadido que la repetición electoral deriva de un bloqueo a que Unidas Podemos esté en el Consejo de Ministros, y ha matizado que el fracaso de las negociaciones no se debió a que los morados negociaran mal.

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La líder de la formación morada ha incidido en que detrás está la intención de impedir que «el cambio social del 15M», que pretende que de la crisis se salga con derechos y no con recortes, no llegue.

La europarlamentaria de Podemos, María Eugenia Rodríguez Palop, ha señalado por su parte que en Europa «se ha instalado un feminismo ochentero», y ha cargado contra Ciudadanos porque se sirven de un «feminismo de la señorita pepis» que confunde la emancipación de las mujeres con la mercantilización, y que ven «el cuerpo como una especie de autoemprendimiento y privatiza los comunes», algo que ha calificado de antifeminista.

Para Serra, es imprescindible luchar por «dignificar las condiciones laborales de las empleadas del hogar», uno de los empleos más feminizados y más precarios, y por «atajar la situación de las internas, que están en régimen de semiesclavitud». Además, ha recordado que en el sector de empleadas del hogar «hay muchas mujeres que sufren abusos sexuales y no los pueden denunciar».

La diputada de la Asamblea de Madrid ha apuntado que el sistema económico es injusto y se tambalearía si existiese igualdad en el mercado laboral, motivo por el que, argumenta, los poderes económicos no quieren abordar los cambios necesarios y perpetúan la cadena de cuidados que sostiene «gracias al cuerpo de muchas mujeres».