Yevgueni Prigozhin en una imagen de archivo. | Archivo

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El líder del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, ha asegurado este lunes que su objetivo con la rebelión armada no era derrocar al «Gobierno elegido democráticamente» del presidente ruso, Vladimir Putin, y ha afirmado que los mercenarios se dieron la vuelta «para evitar un derramamiento de sangre». «Lamentamos haber golpeado a la Fuerza Aérea, pero eso es porque estaban lanzando bombas. (...) Ni un solo militar murió en el suelo. (...) El propósito era evitar la destrucción de Wagner y llevar ante la justicia a quienes cometieron tantos errores en el curso de la operación militar especial», ha señalado Prigozhin, en paradero desconocido y en sus primeras declaraciones tras la rebelión que puso a las fuerzas rusas en estado de alerta a lo largo del fin de semana.

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Asimismo, Prigozhin ha indicado que si los mercenarios de Wagner hubiesen estado al frente de las primeras operaciones en suelo ucraniano tras anunciarse la «operación militar especial» --en alusión a la invasión rusa de Ucrania--, los enfrentamientos hubiesen durado escasos días, ha recogido el portal de noticias Meduza. «Nuestras acciones revelaron serias brechas de seguridad en todo el país: bloqueamos todos los aeródromos y unidades militares. En 24 horas recorrimos una distancia similar a la de las tropas hacia Kiev el 24 de febrero y desde ese mismo punto hacia Uzhgorod», ha subrayado el líder de Wagner.

Horas después del inicio de la rebelión y ante el avance de las unidades del Grupo Wagner hacia Moscú, el Kremlin anunció un acuerdo que implica que Prigozhin se traslade a Bielorrusia, así como la retirada de cargos por traición contra él y garantías de no encausar a los miembros del grupo de mercenarios por sus acciones. Tras el acuerdo, Prigozhin dio orden a los miembros del grupo a abandonar las posiciones tomadas durante su avance, incluido su repliegue del centro de la ciudad de Rostov del Don, de cara a una reducción de las tensiones, derivadas de su lucha contra la cúpula del Ministerio de Defensa y el Ejército ruso en el marco de la invasión de Ucrania, desatada en febrero de 2022 por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.