La familia se abraza a José Miguel, marido, padre y sargento primero de Infantería. | M. À. Cañellas

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Tras más de medio año de servicio ininterrumpido en Irak, nueve militares adscritos a la Comandancia de Baleares llegaron este miércoles a Son Sant Joan entre aplausos de sus compañeros. Fueron recibidos por el comandante general, Juan Cifuentes, y su jefe de comunicación, el teniente coronel Antonio Ortiz. Se trata de una unidad de mandos especialistas que han instruido a miembros del Ejército y de la policía iraquí, mandados por el comandante Daniel Cherino, que no podía ocultar en su rostro a su llegada el cansancio y la responsabilidad asumida durante estos meses.

La unidad destacada a Irak, todos ellos oficiales y suboficiales cualificados, llegaron alrededor del mediodía. Esposas, niños de corta edad, familiares y compañeros les esperaban. La escenas fueron de gran emoción. Tras abrazar a sus hijos, el comandante Cherino, que también actuó de portavoz del grupo, afirmó que «produce una sensación especial verlos crecer a través de la pantalla del ordenador. Se añora mucho a la familia cuando estás tan lejos y en unas circunstancias tan especiales». A su vez, indicó que «otra cosa que he echado mucho de menos es el ambiente de Palma. Tienes que dejarlo durante meses para comprenderlo». Respecto a si ha sentido sensación de peligro, Cherino indicó que «es evidente que la situación es muy tensa. Estábamos cerca de los lugares donde el Dáesh está activo. Pero en mi caso estaba en la zona verde de Bagdad, donde la seguridad es mayor. Nuestro grupo se encontraba en una localidad a 30 kilómetros de la capital, también con notables medidas de protección».

Los soldados a su llegada a Palma.

Esta unidad, perteneciente al arma de Infantería, ha trabajado intensamente en la formación de militares y policías iraquíes, tanto para acciones de guerra como en la lucha antiterrorista. Los militares destinados a Irak y pertenecientes a ejércitos de diferentes países están bien atendidos. Disponen de servicios de comida internacional y de unas mínimas comodidades cuando es posible, pero el riesgo que corren es grande y están siempre en guardia.