El motivo de la disputa es una tarta que encargó M. E. A. a la pastelera para el banquete del bautizo de su hijo en junio, valorada en 225 euros, que, al tener ambas una amiga en común, se quedó en 205 euros. El día de la ceremonia, la empresaria tuvo un cambio de proveedor en el último momento y no logró un resultado óptimo, motivo por el que, cuando acudieron a recoger el pastel las amigas de la mujer, les descontó de entrada cincuenta euros, quedándose el precio final en 150 euros. «Asumí mi responsabilidad y devolví 50 euros en mano», asegura Gutiérrez, que envió un mensaje a la clienta especificando que «Si consideras que no es suficiente la rebaja, no dudes en decírmelo». M. E. A., efectivamente, reclamó una mayor indemnización -«Lo que recibimos no valía 150 euros», subraya, ante lo que la empresaria ofreció dos packs de desayuno. La clienta los rechazó y pidió que le realizara, en compensación, la tarta del cumpleaños de su hijo en octubre. El acuerdo fue mutuo y Gutiérrez le propuso un vale por una tarta, sin especificar las características. «Esto pasó en junio y confié en ella, por lo que no hice nada en ese momento», expresa M. E. A.
El verdadero conflicto, efectivamente, se desató en octubre. A falta de pocas semanas ya para el aniversario del pequeño, la madre solicitó un pastel para veinte personas, pero la repostera le advirtió que solo cubriría los gastos de una producción para doce comensales. «Andrea, quedamos que me harías una tarta para el cumple de mi hijo. No quiero una extraordinaria, sino una normal y no vamos a ser doce, sino más. Espero no tener problemas, porque sino voy a ir a Consumo. Estoy ya un poco harta», contestó M. E. A., al entender que el producto ofrecido no reparaba el daño del del bautizo. Por contra, Gutiérrez considera que «no tenía por qué ofrecer compensación, porque el producto se había consumido, pero quise hacerlo por voluntad propia».
Fue, según la versión de la clienta, el que no le contestara a las llamadas, lo que le hizo presentarse en la tienda para reclamar una solución. Allí, reclamó que si la tarta no era para doce personas, le devolviera los cincuenta euros que costaba el vale, y, ante la negativa de Gutiérrez, llamó a la Policía. Los agentes que acudieron al local, debido a que legalmente no había lugar a una reclamación (la tarta se recogió y consumió), recomendaron a M. E. A a interponer una queja en Consumo. La señora, además, escribió una reseña negativa en Google y compartió su malestar con sus grupos de contactos, dando pie a lo que la repostera consideró una campaña de desprestigio: la lluvia de críticas que recibió su establecimiento por parte de los amigos de la mujer descontenta. A ello, Gutiérrez respondió publicando su testimonio «de acoso» en redes sociales, que acumula más de 800 'Me gusta' y unos 120 comentarios hasta este sábado por la tarde, algunos, con duros reproches hacia la clienta, de la que no ha trascendido en ningún momento la identidad y quien apunta que otros compradores descontentos con la pastelería se han puesto en contacto con ella a raíz de lo publicado.
12 comentarios
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Hay un dicho que dice : -Si te equivocas tú, es culpa tuya. Pero si te equivocas dos veces, es culpa mia. Yo en el caso de la clienta hubiera buscado otro pastelería y me hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza. Yo soy el típico que si un establecimiento la lia no vuelvo. Un saludo
Hombre... La. Libera no tiene la culpa de que los proveedores fallarán a la repostera, pero yo creo que hacerle varios descuentos y que al final se comiera la tarta, es una buena actitud. No obstante, la cliente siguió quejandose y la repostera le ofreció otra tarta sin coste Me parece también muy buena actitud A mí lo que no me gusta es que la otra le exigiera una tarta por casi el doble de comensales... No sé, entiendo que hubo problemas con la primera tarta, pero no por ello debes abusar. Cierto es que no hubo nada por escrito, pero hay que aplicar la lógica en esta vida. Si era para 12, pues para 12. Alguna razón. Más? Vale, pero 20!!?? A mí ya me parece abusar un poco .. .
Tanta sort que no son veïnades, ja me veig la llimonera morta o el ca enverinat.
Aquí lo importante es saber cuál de las dos tiene familia en este tbo...
Huele muy mal cuando la repostera hace cosas gratis "de buena fe", y luego se lava las manos diciendo que no estaba escrito. Los clientes por lo general son un infierno, por lo que no me extraña nada que sea una despojo humano muy aprovechada.
De 1 mala reseña, motivada por un presumible incumplimiento de contrato (ambas partes acordaron una cosa concreta y no se cumplió, según le parece a una de las partes) han salido tantas malas reseñas como familiares hubo en ese bautizo. Y eso debería ser lo denunciable. Que cualquiera pueda opinar, a mala fe, causando daños morales. Y si tan mal ves el pastel una vez te llega, lo apartas, no lo consumes y se lo devuelves.
Yo creo que M.E.A quiere comer tarta gratis cada vez que tiene una celebración familiar.
¿En serio que esto es noticia? Esta gente, ¿paga al periódico por publicar estas cosas? Madre de Dios!! ¿No hay cosas más importantes de las que hablar?
Esto pasa por no comer una buena ensaimada en vez de una tarta...
Xarxes socials, creadors de continguts, youtubers, influencers...Sor Tomasseta on sou que el món sen va a Norris?.