Los propietarios de los apartamentos ilegales de Cala Llamp apuran plazos legales para evitar la demolición de las viviendas y alquilarlas así a turistas que eligen el municipio de Andratx para sus vacaciones. | Michel's

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Un verano más, y ya van cinco, los apartamentos ilegales de Cala Llamp han vuelto a alquilarse a turistas. Todo y que, desde septiembre de 2013, pesa sobre ellos una sentencia judicial firme que obliga a su demolición.

Cuatro de los 12 apartamentos repartidos en dos bloques situados en la calle Tonyina de Cala Llamp se encuentran estos días ocupados por ciudadanos extranjeros, como viene siendo habitual los últimos cinco años por estas fechas. Un hecho que durante este estío no se hubiera producido si se hubieran cumplido los plazos previstos a finales de 2017, cuando todo hacía prever que las obras de demolición de las viviendas ilegales se iniciarían a finales del pasado mes de enero.

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El 13 de noviembre de 2017, tras casi dos años de espera y con una autorización judicial en la mano, los técnicos municipales pudieron acceder al interior de los apartamento para llevar a cabo la inspección y peritaje previo a la redacción final del proyecto de derribo, siendo precisamente el resultado de esta auditoría el factor causante de esta nueva dilación en el inicio de las obras de demolición.

Según fuentes del departamento de Urbanismo del Ajuntament de Andratx, algunos de los propietarios de los apartamentos no están de acuerdo con la valoración realizada por los funcionarios y la han recurrido ante los tribunales, hecho que ha frenado la licitación e inicio de los trabajos de derribo hasta que el juzgado se pronuncie al respecto de la reclamación efectuada. Los 12 apartamentos ilegales de Cala Llamp se construyeron al amparo de una licencia urbanística concedida en verano de 2005 por el entonces alcalde Eugenio Hidalgo, que, a la postre y a resultas de una denuncia del GOB, el Juzgado de lo Contencioso–Administrativo número 2 de Palma declaró nula.