Can Llobera abre sus puertas
Este casal señorial de Pollença, que acoge una casa-museo y da cabida al archivo histórico y a la biblioteca municipal, será inaugurado este sábado.
Casal de Can Llobera de Pollença
El casal de Can Llobera conserva espacios característicos como la cocina.
Pollença
Pollença pondrá un contencioso al Consell por revocar la subvención para Can Llobera
El Casal de Can Llobera reabre sus puertas el próximo sábado 26 de julio reconvertido en una casa museo que, a partir de octubre, albergará también la biblioteca municipal y el archivo. El Ajuntament de Pollença ha tenido que asumir en solitario el coste de la reforma integral del edificio (el montante total ronda los 900.000 euros) que, anegado de agua durante años, había sufrido daños importantes en el mobiliario y el archivo.
El Casal de Can Llobera de Pollença se degrada a la espera de recibir ayuda del Consell
Llueve sobre el Casal de Can Llobera. Adquirido por el Consell de Mallorca y el Ajuntament de Pollença en 2005 por 1,5 millones de euros con el objetivo de convertir el edificio señorial del XIX en un centro cultural de referencia, Can Llobera nunca ha llegado a funcionar como tal.
Pollença
Parte de los bienes adquiridos con Can Llobera podrían haber sido sustraídos
El portavoz de Alternativa per Pollença, Pepe García, asegura que parte de los bienes del Casal de Can Llobera podrían haber desaparecido en los últimos años.
Pollença
Pérdidas irreparables en el Casal de Can Llobera
Una buena parte del fondo documental de la familia Llobera que compraron el Ajuntament y el Consell junto con el casal del que recibe el nombre, está totalmente deteriorado y es irrecuperable.
El Ajuntament de Pollença pierde la ayuda que salvó Can Llobera
Aspecto que presentaba el Casal en 2011 con importantes filtraciones de agua que dañaron los archivos.
Casal de Can Lobera
Libros, documentos y fotografías mojados, esparcidos por la habitación.
Pollença
El Casal de Can Llobera, que costó 1,5 millones, pierde parte de la cubierta
El Casal de Can Llobera, adquirido por el Ajuntament y el Consell de en el 2005 por 1,5 millones de euros, y cerrado casi permanentemente desde entonces, se deteriora a pasos agigantados.
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