Gregorio González, obsesionado con los celos
«He apretado demasiado el cinturón». Gregorio González Pozo, un basurero de baja de 45 años, vivía obsesionado con los celos. No podía soportar que su mujer, Josefa Rodríguez Fernández, quisiera separarse de él y que chateara con otros hombres por Internet. El maltratador, un 25 de agosto de 2005, atacó a su esposa en el dormitorio conyugal y la asfixió con su cinturón. Luego llamó a la policía y confesó el crimen. Esta es la crónica de un asesinato que conmocionó a los vecinos del Vivero, en Palma, y que se saldó con una condena de 15 años de cárcel para el homicida.
Doble crimen en Can Pastilla
Eran las nueve y media de la mañana del 15 de mayo de 2001. Sebastià Arbona Mayol, un exmilitar y exhotelero de 84 años, llamó a la centralita telefónica de la Policía Local de Palma y anunció que acababa de matar a su mujer, Antonia Gelabert Llompart, de 78, y que se iba a quitar la vida. Lo que hizo nada más colgar el aparato. Al jubilado le habían diagnosticado un cáncer de pulmón terminal y su esposa padecía alzheimer. Esta es la crónica de un homicidio que conmocionó a los vecinos de Can Pastilla, donde la pareja era muy querida y apreciada.
Asesinato y suicidio: el caso de Daniel Allan
Daniel Allan Woolcock y Ana María Minissale discutían a todas horas y se relacionaban poco con sus vecinos del barrio de El Terreno, en Palma. Ella había trabajado limpiando barcos, cuidaba ancianos y era camarera en un pub. Él era albañil, pero su pasión era pinchar discos. El 19 de agosto de 2005, sus cadáveres fueron hallados en el sótano en el que vivían. Él la había matado a martillazos y después se había ahorcado junto a ella. Esta es la crónica de un asesinato que impactó a ese vecindario palmesano por la brutalidad con la que el criminal se ensañó con su pareja.
Manuel Llinás, obsesionado con el terror y el gore
Manuel Llinás Fiol estaba obsesionado con el terror y sufría serios trastornos mentales, con episodios de esquizofrenia. El 20 de septiembre de 2002, quedó con su novia, Beatriz Garau Hotman, de 25 años, para ver una película de miedo en su piso en Palma, y al acabar la cinta se abalanzó sobre ella y la estranguló con sus manos hasta la muerte. Después, cogió su teléfono móvil y llamó a la Policía Nacional: «He matado a mi novia».
Emboscada mortal en Manacor
Hace ahora 18 años, un conocido de la Policía Nacional y la Guardia Civil -'Julito' Camacho Novo, de 30 años- acudió a una cita en una finca de las afueras de Manacor sin saber que era una emboscada mortal. Esta es la crónica de un engaño y asesinato a sangre fría que se saldó con la condena de los dos implicados, unos vecinos de 'Julito' que, según sus palabras, «solo» querían darle un escarmiento.
Ángela y Santiago, asesinados a martillazos bajo un puente
Un 4 de septiembre de 2005, Ángela y Santiago dormían bajo un puente en la Vía de Cintura de Palma. Eran dos indigentes con una vida atormentada. De repente, entre las sombras de la noche, apareció un tercer sintecho, con un martillo de encofrador y una furia asesina. Mató de un golpe a la mujer y se ensañó especialmente con el varón, al que asesinó tras un calvario. Esta es la crónica de un doble crimen que mantuvo en vilo a Palma hasta la detención del asesino, Jacinto Grimaldo Melgarejo.
La mujer momificada, un caso abierto
El 4 de abril del año 2000, una cuadrilla de trabajadores del Ibanat estaba desbrozando el margen de un tramo de la carretera de Esporles cuando se toparon con un saco. Era por la mañana, y tras abrir la cortina de baño y un plástico que envolvían el bulto, los operarios se toparon con una escena dantesca: una mujer momificada, con un tiro en la cabeza y una puñalada en la espalda. Casi 24 años después, y pese a todos los esfuerzos de la Guardia Civil, que se volcó en el caso, nunca se ha sabido quién era la mujer, ni quién la mató.
Maria Antònia Colom, degollada y quemada por su examante
El 5 de noviembre de 2002, Maria Antònia Colom Vich, de 48 años, apareció degollada y quemada en una cuneta de la carretera que une Inca con Llubí. La víctima era una funcionaria del Govern balear, y tras una exhaustiva investigación de la Guardia Civil, cuatro acusados se sentaron en el banquillo y el jurado popular condenó a dos de ellos: Patricio Arturo, el asesino confeso, y su novia Olivia. Los investigadores creen que el robo de un lote de joyas desencadenó el crimen y el condenado ecuatoriano, en cambio, sostuvo que se sentía acosado permanentemente por la mallorquina, con la que había mantenido una relación.
El asistente asesino
En 2002, Sebastià Monserrat Tomàs, un septuagenario acaudalado, con fincas en Llucmajor, su pueblo natal, y una salud delicada, contrató a un asistente del hogar para que le cuidara. Según el trabajador, el pacto fue que le haría heredero de sus bienes a su fallecimiento. Poco antes de Navidad, el jubilado apareció salvajemente asesinado en su dormitorio de Pere Garau, en Palma, con el cuerpo cosido a puñaladas. Poco después fue detenido Manuel R. G., de 36 años, el hombre que lo cuidaba, que confesó el crimen alegando que había enloquecido «porque se me insinuó».
El crimen de Sandra Martínez
En los primeros días de enero de 2002, una joven de 22 años llamada Sandra Martínez apareció destrozada en una planta baja en Cala Gamba, en el Coll den Rabassa, que compartía con su novio. El asesino, precisamente, había sido su compañero: Alberto López Rodríguez, un albañil toxicómano muy violento que la estranguló con la funda de una almohada y le golpeó la cabeza con una maza.
Asesinato por dinero: El caso de Margalida Fiol
En 1996, una profesora de baile muy conocida en Palma -Margarita Fiol- apareció asesinada en su casa. Desde el principio, el Grupo de Homicidios sospechó de su novio, un vendedor de seguros que encontró el cuerpo y aseguró que había sido un atraco. Dos años y medio después, Juan Soberats Llabrés se derrumbó y confesó el crimen. Esta es la crónica de un asesinato que mantuvo en vilo a los palmesanos hace ahora 27 años.
El asesinato de Josefa Orta
En las Navidades de 1997, un terrible crimen estremeció Palma: una mujer enferma, de 65 años de edad y extremadamente desconfiada, llamada Josefa Orta, apareció asesinada en su piso de la barriada de es Fortí. Su muerte había sido agónica, porque el ladrón la dejó atada de pies y manos, con un pañuelo en la boca y un cojín sobre la cabeza, que la asfixiaba poco a poco. Un camarero italiano que se había granjeado su amistad fue detenido por el crimen, pero siempre negó los cargos.
El atroz crimen de la cuponera de Capdepera
El 10 de septiembre de 1996, la vendedora de cupones María Nicolau, de 29 años, desapareció misteriosamente en Capdepera. Era madre de cinco hijos y su esposo estaba en prisión. Diez días después, su cadáver fue hallado amordazado y calcinado en un vertedero. Tres delincuentes habituales -dos hermanos y su sobrino- fueron encarcelados por el salvaje robo y asesinato de la cuponera, a la que quemaron viva para robarle 100.000 pesetas.
'El Pablo', el narco que controla La Soledad desde hace 35 años
El clan de Pablo Campos Maya, ahora desarticulado por enésima vez por la Policía Nacional, lleva desde finales de los años ochenta comprando pisos en la calle Teix, que han convertido en un fortín inexpugnable de narcotráfico. Los investigadores de la Policía Nacional creen que, a día de hoy, los secuaces de 'El Pablo' controlan casi todo el barrio.
El salvaje asesinato de Ivonne O'brien
No se recuerda un crimen tan espeluznante como el cometido en el Port d'Alcúdia en 1999. La víctima, una británica llamada Ivonne O'Brien, de 44 años, fue salvajemente torturada hasta la muerte y su asesino -que nunca fue detenido- se llevó consigo la mandíbula inferior de la víctima, que arrancó con un cuchillo. Los guardias civiles que entraron en el escenario del asesinato -un pequeño anexo de un chalet- quedaron horrorizados por lo que vieron.
El parricida de Alaró
A simple vista nadie podía intuir que Andreu Coll Bennàssar era un millonario de Alaró. Y mucho menos imaginar que su hijo Andreu y un amigo de este, un zaragozano llamado Fran, le asesinarían de forma brutal en 2013. Los jóvenes tenían 18 y 20 años. Este es el relato del crimen de Alaró, un asesinato premeditado y a sangre fría que conmocionó Mallorca hace diez años.
El vuelo JK5022 de Spanair
El 20 de agosto de 2008, el avión JK5022 de Spanair se estrelló en Barajas en su despegue hacia Gran Canaria a las 14.24 horas, provocando que 154 personas perdieran la vida y 18 resultaran heridas.
Triple crimen en s'Aranjassa
Con un trasfondo mafioso, el empresario alemán Manfred Meisel, apodado 'El rey de la cerveza' porque explotaba el bar Bier Köning, su hijo Patrick, de 9 años, y la empleada del hogar Claudia Leinstein, aparecieron asesinados el 12 de noviembre de 1997 en una finca de s'Aranjassa propiedad de Meisel. Desde un principio la policía sospechó que el triple crimen se trataba de un presunto ajuste de cuentas, aunque todavía no se ha podido determinar de forma concluyente el móvil del asesinato.
La maldición del solar de Rodríguez Arias
Matojos, basura y pequeños restos. Esto es lo que queda del número 19 de la calle Rodríguez Arias, en el barrio de Camp d'en Serralta. En la madrugada del 26 de octubre de 2009, sin previo aviso, el edificio se vino abajo. Se derrumbó un 60 por ciento de la finca y murieron siete personas, solo uno de los vecinos pudo ser rescatado.
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