No hay nada como una ruta por los parajes más naturales y desconocidos de la isla para pasar una jornada con la mejor compañía, rodeados de naturaleza y vistas hacia el horizonte. Junto a una barbacoa, que siempre ayudará a paliar el frío, y una torrada a base de llonganissa y otros típicos embutidos y manjares mallorquines, la Navidad isleña se hará sentir en su mayor esplendor. Hay que tener en cuenta emplear siempre aquellos lugares habilitados para hacer barbacoas y no improvisar nunca un fuego.
Otras rutas son aquellas en las que se visitan monasterios, iglesias o possessions de Mallorca, con ese ambiente rural y mágico en la época más fría, pero acogedora, del año como lo es la Navidad.
Una opción muy seductora es pasar la noche en una casa rural lejos del bullicio de la ciudad y, así, poder escuchar con atención el sonido de la naturaleza, sentir su olor y su brisa. En la isla, las casas rurales con magia abundan, y más en estas fechas tan representativas, cuando el encanto combina de excelente manera con el interior, formando un conjunto en el que casa y vistas parecen sacados de la mejor película navideña, donde la única preocupación será la de levantarse pronto para ver unas maravillosas vistas (ya sea al mar o a la montaña) y descubrir qué parajes les esperan durante la ruta. Pasar algunas noches en medio del campo es una opción magnífica para disfrutar de la Navidad tanto en pareja, en familia o con amigos.
Parc Natural de Llevant
La zona de Llevant, con una extensión de aproximadamente 1.680 hectáreas de superficie, también guarda lugares espléndidos que se pueden visitar en una buena jornada invernal.
El Parc Natural del Llevant, localizado en la zona de Artà, es una estupenda opción para pasar un día rodeado de la naturaleza envidiable de la isla (vegetación, precipicios, ecosistemas,...). El lugar dispone de refugios en diferentes zonas del parque para pasar la noche y poder realizar una ruta completa por sus parajes.
En esta excursión, podemos hacer una parada en el majestuoso Castell de Capdepera.
Serra de Tramuntana
En Mallorca, ¿qué mejor que una ruta completa por la extensa Serra de Tramuntana? Montaña y costa unidas para ofrecer un paisaje espléndido: lleno de luz en verano y, a veces, sepultado por la nieve en invierno, pero siempre hermoso. Lo más difícil será decidir en qué pueblo hospedarse ya que todos son fantásticos y tienen ese encanto especial que les caracteriza.
Puigpunyent, Estellencs, Esporles, Valldemossa, Banyalbufar, Deià, Sóller, Lluc y, como destino final, las increíbles vistas del cabo de Formentor. Son solo algunos de los pueblos con historia, notable belleza y con lugares clave que visitar (monasterios, museos,...). Además, si se quiere recorrer los lugares con tiempo, hay sitios en los que pasar la noche igual de mágicos. Se pueden encontrar magníficas casas rurales desde 30 euros la noche: grandes, con vistas al mar o a la montaña y completas para disponer de la máxima comodidad y calidad durante el alojamiento. Nada como un ambiente rural rodeado de naturaleza en una época tan entrañable como lo es la Navidad.