El pescado es un alimento muy rico y saludable. | Ultima Hora

Una dieta variada y equilibrada es la base de toda buena alimentación, y de ello puede presumir la dieta mediterránea. Verduras, hortalizas, frutas, cereales, frutos secos, legumbres, lácteos, carne, huevos,...Todos ellos deberían formar parte de nuestra dieta habitual, y entre ellos debería estar también el pescado como un alimento indispensable. Sin embargo, no siempre es así, muchas veces este alimento se presenta como el gran olvidado dentro de nuestras comidas bien por su peculiar sabor, bien por no saber cocinarlo, o simplemente porque son más complicados de comer debido a las espinas de muchos de ellos. A veces, los más pequeños de la casa suelen ser más reacios a consumirlo, aunque muchas otras, los mismos adultos rehusamos dárselo por miedo a las espinas. En cualquier caso, debemos tener muy en cuenta que el pescado ofrece una excelente composición nutritiva y un gran valor energético, por lo que es importante inculcar el hábito de su consumo habitual desde la infancia.

Salud

El pescado, ya sea blanco o azul, no solo ofrece a nuestro organismo proteínas de excelente calidad, sino que su perfil de lípidos es mucho más saludable que el de otros alimentos también ricos en proteínas. De hecho, el pescado azul puede contribuir a la prevención de algunas enfermedades, como las cardiovasculares, y mejorar síntomas de otras.

En cuanto a sus nutrientes, las proteínas del pescado contienen todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita en cantidad y proporción adecuadas. También contienen, en general, un alto contenido de ácidos grasos omega-3, muy importante sobre todo en etapas como el embarazo, la lactancia y la infancia, ya que forman parte de membranas celulares, del sistema nervioso y de la retina.

El pescado tiene un alto contenido de omega-3

Un beneficio más del pescado, sobre todo de aquellos cuya espina también se come (es el caso de las especies pequeñas o enlatadas como sardinas o anchoas), es el calcio, un mineral que se acumula en los esqueletos de animales y que interviene en la formación de los huesos y dientes, entre otras funciones importantes del cuerpo.

Son portadores de diferentes vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 y B12) y vitaminas liposolubles entre las que resaltan la A, D y E, que están presentes en la carne de los pescados azules y el hígado de los blancos.

Son muchos los beneficios que pueden ofrecer los diferentes tipos de pescado, por eso es importante su ingesta habitual y variada. Sin embargo, hay que tener especial cuidado con uno de sus mayores peligros, el anisakis, un parásito en forma de gusano, que puede aparecer en pescados crudos o poco cocinados. Consumir un pescado contaminado con este parásito puede provocar reacciones alérgicas, que a veces pueden ser graves, o adherirse en el estómago (en este caso pueden provocar desde inflamaciones hasta desplazarse a otros órganos). La forma más efectiva no consumir un pescado portador del anisakis es congelarlo antes si se va a consumir en crudo o cocinarlo muy bien.

Dieta, bajo nivel calórico

Otra de las ventajas a la hora de comer este alimento es su bajo contenido calórico, que variará en función del tipo de pescado (en los azules siempre es más alto) y de la forma de cocinarlo (el aporte calórico de un mismo pescado y su contenido graso será mayor si se cocina rebozado y no al horno).

En este sentido, es un alimento muy recomendado en las dietas a la hora de perder peso.

Diferentes tipos de pescados.

Tipos de pescado

El pescado se puede agrupar en dos grandes grupos: azules y blancos, y su principal diferencia es el contenido en grasas, siendo mayor en los primeros. Sin embargo, ambos ofrecen proteína de calidad y minerales y vitaminas necesarias para nuestro cuerpo. Así pues, no se trata de decidir entre unos y otros, sino de combinar y beneficiarnos de ambos.

Entre los pescados azules destaca el atún, salmón, boquerones, caballa o sardinas entre otros, y en el pescado blanco encontramos merluza, lenguado, gallo, besugo, bacalao, rape, etc.